3 CLAVES PARA DESARROLLAR LA TECNICA DE UN BUEN ESTUDIO EN EL VIOLIN
“Nada es más precioso para un instrumentista que la capacidad de trabajar eficientemente, de saber obtener el máximo de resultados positivos en el menor tiempo posible”
Ivan Galamian
Desarrollar una buena técnica de estudio es esencial para obtener resultados en cualquier proceso educativo, ya que es en el momento del estudio personal cuando realmente se produce el aprendizaje; al analizar e interiorizar los conceptos presentados por el maestro.
Particularmente en la música cuando aprendemos a tocar un instrumento estos conceptos deben mantenerse flexibles sobre todo cuando hablamos de la técnica para tocar el violín, un buen maestro será entonces aquel que guía a sus estudiantes a través de una búsqueda propia que les permite descubrir por sí mismos su mejor versión, una que responda a sus características físicas y su interpretación personal de la música.
Muchas personas creen erróneamente que existe una técnica perfectamente definida para tocar el violín, y se embarcan en la búsqueda de un maestro que les comparta este anhelado secreto de perfección. Sin embargo, este secreto no existe. Ya que todas las personas son diferentes y por lo tanto su acercamiento al violín será para cada individuo único. No estoy queriendo decir en ningún momento que podamos prescindir de un mentor o maestro, lo que quiero expresar es que el papel del maestro es guiarte en ese descubrimiento, mostrarte el camino para que tu mismo tomes decisiones y las adaptes a tu realidad personal.
Cada violinista es un universo diferente y lo correcto siempre será lo que resulte natural, cómodo y eficaz para cada persona.
En un estudio personal perseverante y eficiente se encuentra la clave para obtener resultados y cumplir nuestros propios objetivos, en el momento de autoaprendizaje cada violinista es el juez de su propio desempeño, desarrollar un buen juicio es indispensable para trabajar, corregir y guiar nuestro propio proceso acertadamente.
En este artículo les voy a presentar mi interpretación de los 3 consejos del maestro Ivan Galamian para desarrollar la técnica de un buen estudio:
1. La concentración durante el estudio
Para desarrollar una buena técnica para tocar el violín es necesario tener un control mental absoluto sobre los movimientos de nuestro cuerpo, frecuentemente se puede ver los estudiantes en su práctica personal repitiendo mecánicamente un pasaje para lograr que sus dedos lo memoricen, sin embargo, al cabo de algunas repeticiones este proceso se vuelve automático y la repetición recae completamente en una memoria muscular que carece de conciencia o juicio sobre estos movimientos. Al hacer esto pasamos por alto errores, los cuales además repetimos sin cesar sin percatarnos de ellos, mas grave aun es que incluso si el movimiento automático se hace perfectamente al no estar conscientes de él, no podremos replicarlo luego en un pasaje diferente en el cual se puedan emplear los mismos movimientos, ni siquiera podremos darnos cuenta que debemos usar la misma musculatura o los mismos movimientos ya que hay una desconexión absoluta entre la mente y los músculos involucrados en producir el sonido deseado, por lo tanto el estudio no servirá más que para el pasaje en específico.
Desarrollar una conciencia y control mental sobre los movimientos musculares permite entender cómo funciona nuestro cuerpo con relación al instrumento y de esta manera encontrar e interiorizar la mejor forma de producir el resultado deseado. El estudio consciente debe enfocarse con la intención de aprender a dominar la técnica del violín en si, en lugar de solamente aprender un pasaje en específico. Es un empleo eficiente del tiempo ya que al final tendrás ambos resultados, el pasaje deseado dominado a la perfección y el aprendizaje de cómo lograste dominarlo el cual será aplicado en muchos otros momentos.
El estudio rutinario y mecánico sin conciencia es ineficiente y es una inversión de esfuerzo y tiempo que carece de sentido. El estudio debe durar solamente el tiempo que nuestra mente pueda mantenerse enfocada y concentrada, una mente cansada no presta atención y por lo tanto no aprende. Como hemos dicho antes, todas las personas son diferentes, se trata entonces de desarrollar una rutina de estudio ideal para cada quien, habrá quienes puedan mantener su atención durante más tiempo pero solo una vez por día, y habrá otros quienes prefieran hacer varias sesiones cortas de estudio durante el día. No es necesario ser rígido ni rutinario con el estudio, lo importante es entender y escuchar con compromiso y dedicación las necesidades de tu cuerpo y mente para poder tener el mejor resultado en el tiempo que inviertas.
Definir los objetivos a largo mediano y corto plazo es importante para darle orden a la práctica, además es una forma de evaluar si nuestra técnica de estudio está teniendo el resultado esperado, de no ser así podremos analizar qué es lo que no está funcionando bien para corregirlo a tiempo.
Los objetivos a corto plazo podrían ser los objetivos de la práctica diaria ¿que quiero lograr con la práctica del día de hoy?, a mediano plazo podrían ser mensuales y a largo plazo semestrales o anuales, todos deben estar relacionados entre sí, es decir los objetivos a corto plazo deben llevarnos a cumplir los de mediano plazo y los objetivos de mediano plazo nos llevaran a cumplir los de largo plazo.
Definir inteligentemente estos objetivos nos ayudará a mantener un proceso consciente y a entender mejor las necesidades que van surgiendo para atenderlas eficientemente.
Las horas de estudio deben distribuirse apropiadamente para cubrir aspectos fundamentales en el aprendizaje del violín, el Maestro galamian define 3 periodos en los cuales debemos dividir la práctica.
- El periodo de construcción
Este periodo está dedicado a construir los cimientos de la técnica, superar los problemas de este tipo y mejorar en general nuestro dominio práctico del instrumento. En este momento es cuando practicamos escalas, arpegios y estudios técnicos.
Como sugerencia general en este periodo debemos ir de lo sencillo a lo complejo siempre avanzando en pasos muy pequeños que permitan a la mente entender y controlar las acciones que se desencadenan para lograr un objetivo, la idea siempre será la de resolver un problema y de allí poder pasar al siguiente como si fuera una escalera en la cual debemos construir cada escalón para poder subir y llegar arriba, si alguno de nuestros escalones queda débil más adelante te vas a caer e inevitablemente tendrás que regresar para reconstruirlo, si es que quieres llegar a la cima.
- El periodo de interpretación
En este período trabajamos esencialmente la expresividad de la música, ¿como poner los recursos técnicos que hemos desarrollado previamente en el periodo de construcción al servicio de nuestras ideas musicales e interpretativas?
¿Cómo podemos ordenar todos los movimientos expresivos de una pieza musical de tal forma que puedan fundirse para contar una historia convincente y coherente con el momento y el estilo?
La clave es lograr un perfecto equilibrio entre la construcción y la interpretación, la correlación de estos dos aspectos marca la diferencia en un intérprete.
Se trata de descomponer para entender y dominar técnicamente una pieza musical para luego recomponer con el fin de darle vida a la música con unas ideas interpretativas propias.
- Periodo de ejecución
¿Cuántas veces nos hemos encontrado frente a una audiencia o un jurado con una sensación de inseguridad y nervios?
La mente debe prepararse para el estado de concierto y esto también es algo en lo que debemos invertir tiempo y esfuerzo. Durante el estudio personal debemos dedicar un tiempo a desarrollar este periodo en el cual podemos comenzar por tocar la obra completamente situando la mente en ese estado de concierto, imaginandonos que tenemos un público al frente.
Aunque aparentemente esto podría parecer una tarea sencilla es importante darle la importancia que se merece. Debemos luchar con el deseo de detenernos constantemente cada que se comete un error, ya sea pequeño o grande ya que si desarrollamos este hábito, cuando sea el momento del concierto nuestra respuesta será exactamente igual.
Tocar la pieza de arriba a abajo y seguir adelante independientemente de los impases que se presenten sin dejar que esto afecte la calidad de la interpretación es algo más difícil de lograr de lo que se cree. Requiere un profundo desarrollo de la atención plena.
Esta práctica también nos ayuda a visualizar la obra como una ejecución integral y a darle continuidad a la obra, de igual forma durante este período conviene de todas formas recordar luego de finalizar que es lo que ha ido mal para luego arreglarlo.
3. El oído crítico
Como les contaba al comienzo de este artículo el aprendizaje real se da con el estudio personal en donde cada quien debe ser su propio juez a la hora de juzgar la calidad de su estudio, sea cual sea el tipo de estudio en el cual nos estemos enfocando en el momento.
Para esto necesitamos desarrollar un oído crítico el cual será el encargado de supervisar, y definir la mejor manera de corregir las dificultades.
Este oído crítico debe ser objetivo y bajo ninguna circunstancia se debe dejar influenciar por nuestros propios deseos de lo que quisiéramos oír, a veces nos convencemos a nosotros mismos de que lo que oímos está lo suficientemente bien cuando realmente no lo está, tal vez permitimos que la autocompasión nuble un poco nuestro juicio y aunque la autocompasión es algo que debemos tener presente en nuestras vidas, en este caso, si lo que se desea realmente es ser un buen violinista tendrás que dejarla de lado por un momento, ya que no hay lugar para la subjetividad cuando se trata de juzgar la calidad del estudio personal.
Grabarse es una excelente forma de refinar nuestro oído crítico. ¿Alguna vez hiciste una grabación de ti mismo y te sentiste increíblemente incómodo escuchándola? ¿no sonaba como creías?, dejame decirte que probablemente tu oído crítico no fue lo suficientemente objetivo para dejarte saber lo que realmente estaba sonando cuando practicabas, la mayoría de las personas temen a grabarse precisamente por esa sensación de incomodidad que les genera darse cuenta de que lo que tocan no suena como pensaban.
Si esto te ha sucedido, en lugar de alejarte de la cámara, acercate a ella por que sera tu mejor aliado para mejorar en todos los sentidos, poco a poco podrás ir mejorando y corrigiendo aquello que no funcionaba bien ya que con ayuda de las grabaciones podrás ser consciente de los errores que estabas pasando por alto, con el tiempo vas a empezar a sentirte más cómodo escuchándote a ti mismo, ya que tu oído crítico también será cada vez más objetivo y lo que escuchas en tu práctica diaria será cada vez más consecuente con lo que escuchas en la grabación.
Escucharse a sí mismo de la misma manera que nos escucharía el público es la única forma de corregir y definir objetivos de estudio claros que nos ayuden a mejorar.