“Crea un blog y cambia el mundo” decía un artículo que vi en el periódico y así lo hice, cree un blog con el propósito de compartir arte y educación musical en el mundo digital. Pero ¿podría yo cambiar el mundo con mi blog?
El poder que tiene la educación artística para crear un mundo mejor es gigante, en ese entonces a pesar de que siempre he amado todo tipo de expresión artística, yo no comprendía muy bien cómo el arte podría lograr un objetivo tan grande. Aun así, convencida solo por la intuición puse todo mi empeño y comencé a escribir… ciertamente esto cambio mi mundo, no puedo decirles lo emocionante que es comenzar a ver que personas de todo el planeta te visitan, leen y aprenden de lo que construyes con tanta determinación y compromiso. A mí me motiva un deseo de libertad, esa que se siente al poder compartir sin límites lo que uno es y de aportar algo lindo a este mundo que algunas veces me ha decepcionado por la crueldad, la injusticia y la falta de compasión que se lee a diario en los periódicos.
Frutillar – Chile
Mis artículos tal vez no solucionen la pobreza o el hambre, pero dan esperanza y motivan las personas a ir tras sus sueños. El arte nace de la necesidad que tenemos de expresarnos y acercarnos a otras realidades y un artista tiene el poder de inspirar y crear un movimiento que cambie la mentalidad de las personas, finalmente somos todos nosotros los que tenemos en las manos la capacidad de producir un cambio real y significativo en el mundo.
Componer una canción, escribir una historia o pintar aquello que anhelamos nos libera. La libertad es una posibilidad de conocernos mejor y poder descubrir aquello de lo que somos capaces. Cuando practicas cualquier tipo de expresión artística tu mente se vuelve creativa y esa creatividad es la permite en otros contextos ver diferentes soluciones y desarrollar un pensamiento crítico que puede ser la clave para ver aquello que otros aún no han visto. No tienes que ser el mejor pintor o el más virtuoso musico para que el arte abra tu mente y te muestre todo aquello que no has podido ver aún. Cambiar el mundo con arte si es posible y mi blog me ha dado oportunidad de compartir ideas y conocimiento sin límites, es una revolución artística que he construido con letras y música.
Huilo Huilo – Chile
Un tiempo después de haber decidido emprender este camino, recibo un mensaje que dice: el aspirante seleccionado para representar a la filarmónica joven de Colombia y la fundación Bolivar Davivienda en el Gobal Leaders Program (GLP) es Alejandra González, ¡ósea yo! Una felicidad absoluta me invadió. Ustedes se deben estar preguntado ¿que es el GLP?, y además que tiene que ver con todo lo que les acabo de contar, pues el GLP es un programa educativo de proyección social a través de la música. El blog que cree con la intención de transformar el mundo con música, me había conseguido una beca para estudiar este increíble programa el cual básicamente te da todas las herramientas y conocimiento que necesitas para crear proyectos sociales sustentables que te permitan generar oportunidades en el mundo. Mis patrocinadores creyeron en mí y en mi firme propósito de promover un mundo más solidario y humano enseñando música, yo estaba muy emocionada, pero no tenía ni idea del camino que acababa de emprender y que por cierto aún no termina, lo que si les puedo decir es que cambio completamente la manera en la que veo el arte y la educación, además me ha complementando como profesional. No es suficiente con tener un sueño, hay que tener el conocimiento para poder hacerlo realidad y esto es lo que el GLP me ha dado
Durante los 4 meses siguientes tuve dos seminarios virtuales semanales con un grupo de personas alrededor del mundo, de muchas nacionalidades. Teníamos algo en común: deseábamos construir un mundo mejor y su super poder al igual que el mío era la música. Juntos aprendimos de desarrollo global, emprendimiento social, educación artística, sistemas de aprendizaje, entre muchas otras cosas que abrieron mi mente a posibilidades que antes eran impensables. Con el fin del año llego el fin del primer semestre, había pasado los últimos meses estudiando y aprendiendo junto a maestros de unas universidades increíbles (En serio: Harvard, McGill, NYU, entre otras) y con compañeros que no había visto nunca en realidad, solo por medio de una cámara web, pero yo sentía que conocía un poco de cada uno de ellos.
Segundo semestre: ¡Buenos días chile!
Salgo de mi casa en Medellín – Colombia el 03 de enero del 2020 con una maleta llena de sueños y expectativa. Con la emoción inmensa que siente un viajero al emprender una nueva aventura, mi corazón late fuertemente, ¿cómo podría alguien describir lo que se siente subir en un avión con destino a lo desconocido? Es una mezcla entre incertidumbre y alegría de ver un pedacito nuevo del mundo, oír otras voces y conocer la diversidad cultural que hace del mundo un lugar tan deseable de explorar. ¿Mi destino? Chile, ¿propósito del viaje? Ir a conocer el grupo de compañeros con los cuales había estado aprendiendo durante los últimos meses, para esparcir juntos arte y música por el mundo.
Allí estoy yo, con mi violín en la espalda, lista para encontrarme con un grupo de personas que jamás he visto. En el aeropuerto comienzan a asomarse rostros conocidos entonces decido acercarme. ¿De dónde vienes? Estados unidos, Australia, España, Brasil, Alemania, Reino Unido, Costa Rica, Canadá, Portugal, Nueva Zelanda, Grecia, Bolivia, Afganistán, Colombia, Argentina, Japón entre muchos otros lugares. Muchas horas de vuelo y miles de kilómetros había recorrido cada uno de ellos para llegar hasta Chile para la residencia de la cohorte 2020 del Global Leaders Program.
Las semanas que siguieron fueron tan emocionantes como ustedes se las están imaginando, aprendimos juntos en las mañanas con la doctora Doris Sommer de Harvard university, la cual nos dio un seminario de pre-texts además discutimos acerca de un libro muy interesante de su autoría, que les recomiendo leer llamado “the work of art in the world”. Su discurso acerca de la estética y las artes era increíblemente inspirador.
En las tardes trabajamos con diferentes empresas locales para crear ideas que pudieran generar impacto en la comunidad que estábamos visitando, este trabajo era altamente exigente, pero todo lo bueno siempre viene con esfuerzo y dedicación.
Este era mi equipo!
En esta semana nos volvimos amigos, imaginen una mesa enorme con personas de todo el mundo, compartiendo experiencias y pensamientos. ¿Dónde vives? ¿Como son tus estudiantes? ¿Como es tu ciudad? ¿Que comen allí? ¿qué te trajo aquí?… ¿cuál es tu historia?… fue una semana intensa de esas en donde muchas emociones se acercan y hay muy poco tiempo para procesarlas. Pude conocer un poquito del mundo a través de cada uno de mis compañeros, y puedo decir que una de las cosas más valiosas que guardo de este viaje es tiempo que pase con todos ellos, los cafés y las comidas que compartimos entre charlas y risas.
Concierto creativos somos todos con los estudiantes de la escuela de música local en Frutillar!
Luego de una intensa semana en Frutillar, nos separamos en grupos, los cuales partieron a diferentes destinos de Chile con el fin de llevar música a todos los rincones del país. Mi grupo era el mas grande y nuestro destino era Panguipulli, un pequeño lugar entre volcanes y lagos en la Patagonia chilena, íbamos hasta allí a enseñar en el campamento “vive la música”. Niños de toda la región llegaron a la casona cultural, como llamaban allí al centro educativo y compartimos todos juntos una semana llena de música, conciertos, artesanías y deportes.
Un mes después regreso a casa con una gran historia para contar y montones de amigos alrededor del mundo. Mas motivada que nunca y completamente convencida de que podemos y debemos crear un mundo mejor.
Ahora estamos aprendiendo acerca de finanzas, presupuesto, excelencia operacional, estrategias de ingresos, evaluación de impacto, entre muchas otras cosas enfocadas a la parte administrativa que indudablemente hace parte fundamental de un proyecto. La graduación se acerca, aun con los momentos difíciles por los cuales pasa el mundo, la cohorte 2020 del GLP se acerca a la meta. La naturaleza virtual de esta propuesta ha logrado que podamos continuar, aun con presencia del COVID-19 que nos mantiene a todos en casa y que ha puesto el mundo en pausa; de hecho, es reconfortante contar con este espacio de aprendizaje seguro. Encontrarnos allí en el mundo virtual y continuar aprendiendo es realmente valioso, mucho mas ahora cuando el mundo necesita más que nunca inspiración y fortaleza.
África era mi destino próximo para culminar esta increíble experiencia, había planeado viajar a Namibia para mi trabajo de campo final, mi idea era ir hasta el otro lado del mundo para hacer lo que mejor sé hacer: Enseñar música. Es cierto que mi plan tendrá que esperar un poco, la pandemia se ha interpuesto entre mi destino y yo, pero una vez abandone el mundo y podamos vernos y abrazarnos nuevamente. iré hasta allí, con toda la determinación y compromiso.
Resulta que los portugueses son tan amantes del café como los colombianos, Eduardo era mi amigo cafetero 🙂
¿me invitarías a un café? Click en el boton amarillo
Si quieres, tú también puedes aplicar para ser parte del GLP, te dejo un link aquí abajo por si acaso quieres poner un granito de arena para cambiar el mundo.
Quiero agradecer inmensamente a la Filarmónica joven de Colombia y a la fundación Bolivar Davivienda por haber creído en mi. No tengo palabras para expresar todo lo que esta experiencia ha aportado a mi vida profesional y personal.