Es importante mantener un equilibrio en la presión y la flexibilidad de los dedos al sostener el arco. A veces es necesario tener un agarre firme para ciertos golpes de arco, mientras que en otros momentos se requiere un agarre más ligero y suave. La clave es tener la capacidad de adaptarse a estas necesidades sin problemas, manteniendo la movilidad en las articulaciones y los dedos.
Es fundamental ser consciente de las tensiones que se generan en la mano y aprender a soltarlas cuando no son necesarias. Esto nos permitirá tener un mayor control y precisión al tocar el violín.
1. Adopta un buen agarre del arco mientras sostienes la vara en la mitad superior con la mano izquierda. Esto con el fin de evitar que se genere tensión por el temor a dejar caer el arco
2. Quita el dedo medio y el anular.
3. Inclina ligeramente el arco para sentir el peso descansando en el dedo índice y el equilibrio con el pulgar y el meñique. Estos tres dedos soportan y balancean el arco perfectamente, haciendo evidente que no es necesario apretar el anular y dedo medio para sujetar el arco.
4. Repite el movimiento de quitar y colocar los dedos hasta sentir que se libera la tensión en ellos.
Ejercicio 2:
1. Repite la parte 1 del ejercicio anterior con un buen agarre del arco.
2. Quita el dedo índice y el anular.
3. Inclina ligeramente el arco para sentir el peso descansando en el dedo medio y el equilibrio con el pulgar y el meñique.
4. Repite el movimiento de quitar y colocar los dedos hasta sentir que se libera la tensión en ellos.