Dicen por ahí, que para aprender a tocar el violín hay que comenzar desde que tienes 5 años; si no es así ya es demasiado tarde, pero ¿demasiado tarde para qué?
¿Para ser un violinista ganador de los más prestigiosos concursos de nuestro tiempo?, ¿Un músico reconocido a nivel mundial que viaja por el mundo dando conciertos como solista?
Ah sí, es demasiado tarde. La verdad es que incluso empezando desde temprana edad la mayoría de nosotros no tenemos ese destino, estos músicos geniales son unos seres humanos dotados con un increíble talento; el cual sumado a muchos años de disciplina y trabajo duro son lo que conocemos. Este tipo de súper humanos existen en todas las áreas, no solo en la música, son maravillosos y sus historias de éxito nos deslumbran precisamente por lo especial y particular de sus capacidades.
No podría decirse que hay una edad predeterminada la cual pueda ser considerada como perfecta para comenzar a tocar el violín, aunque no se puede pasar por alto que en la niñez el cerebro cuenta con una plasticidad y capacidad de aprendizaje irrepetibles en el resto de la vida, en la infancia es cuando nuestras neuronas se organizan y crean conexiones entre sí, formando la red neuronal que tendremos de mayores.
Aun así, incluso si tu idea es la de convertirte en un violinista profesional, la edad en la que comiences no implica una limitación ya que todo depende del proceso y de las condiciones de aprendizaje de cada persona.
Insisto, como ya lo he expresado antes en otros de mis escritos, las particularidades de la vida hacen cada historia única y si tuvieras la oportunidad de preguntar a cada uno de los violinistas de una orquesta profesional como llegaron hasta allí, podrías ver que no encontrarás dos historias iguales.
Yo estoy convencida de que estas afirmaciones no son más que mitos que la sociedad ha creado para alimentar su temor e inseguridad de tomar riesgos. También, me atrevo a decir que estas afirmaciones se basan en el alto grado de dificultad y esfuerzo que involucra aprender a tocar un instrumento.
Es un hecho bien conocido por todos que tocar violín es una tarea altamente exigente, que requiere desarrollar una serie de habilidades muy especiales y en ningún momento se debe subestimar la complejidad y dedicación que requiere formarse en una disciplina como la música.
No existen exclusiones de ningún tipo para la educación, en otras palabras; todos tienen en sus manos la oportunidad de aprender, pero nadie ha dicho que será fácil.
Encontrarse ante un nuevo sueño puede ser atemorizante, sentimos cómo nos invade la duda frente a la expectativa de emprender un reto, más aún cuando hemos sido rodeados por una sociedad en donde se nos dice que existe un camino predeterminado y cierto ritmo de la vida que debemos seguir; sin posibilidad de volver atrás o de regresar a algo que se supone que deberías haber comenzado en la juventud, una etapa donde somos llamados a implantar las metas y propósitos que nos perseguirán durante toda nuestra vida. ¿Es que acaso nadie se ha dado cuenta de que a medida que pasan los años nos vamos transformando? Las prioridades cambian, al igual que la vida y los pensamientos y no hay ningún límite para que renazca en nosotros una nueva idea.
Nunca dejamos de crecer y cultivarnos con nuevos aprendizajes, porque la vida nunca deja de enseñarnos y es por esto que “el mundo pertenece a quien se atreve” (¿Conoces el poema de Chaplin?) el mundo pertenece a quien sabe transformarse para conseguir sus metas, ya que si la mente está convencida de que puede no habrá obstáculo que logre detenerla y creer es el primer paso para lograr cualquier propósito.
EL APRENDIZAJE DE LA MÚSICA EN LA EDAD ADULTA
Al pensar en el aprendizaje de esta disciplina en particular, inmediatamente vienen a nuestra mente niños y jóvenes ya que la música siempre ha sido relacionada como una actividad que se cultiva desde pequeños; hemos leído acerca de los muchos beneficios que trae para la formación de un niño el aprender a tocar un instrumento musical y por esto las escuelas de música están llenas de espíritus jóvenes con mentes muy inquietas por aprender.
En la niñez y la juventud son nuestros padres quienes guían nuestro camino y muchas veces no se encuentran con la música como una opción para nuestra educación, entonces ¿qué pasa si al crecer nos damos cuenta de que nuestra alma vibra con música y que queremos incluirla en nuestra vida? ¿será acaso que nos perdimos de todos los beneficios que trae consigo el estudiar música porque nos ha tomado un poco más de tiempo encontrar en nosotros esta pasión?
La respuesta a esta última pregunta es no, la concentración, la creatividad e incluso el manejo emocional son todas características que se cultivan al aprender a tocar un instrumento; independientemente de la edad en la cual decidas emprender el aprendizaje.
Al comenzar este camino siendo adultos, podríamos encontrarnos con algunos percances, los cuales yo considero un poco exclusivos y que suceden sobre todo en artes tales como la danza y la música. Mi observación se refiere a que si tienes 40 años y deseas aprender a tocar el violín no serás admitido en ningún conservatorio, escuela o universidad. Cuando finalmente encuentres una institución donde te permitan comenzar el proceso, seguramente te enfrentarás a unas pedagogías que van diseñadas hacia los niños, he visto casos en donde incluso intentan ingresar a los adultos a las mismas clases que niños de 8 años, lo cual en mi concepto es absurdo ya que la manera de aprender es completamente diferente para ambas etapas de la vida.
Lo que quiero decir es que a pesar de que existe una demanda para este aprendizaje, la sociedad no ofrece una oferta real de educación para estas personas que siendo adultos quieren comenzar a estudiar un instrumento musical con una pedagogía que se adapte a sus características particulares.
La mejor opción será encontrar un buen maestro que esté dispuesto a brindarte una formación personalizada. Independientemente de la elección que encuentres viable para ti, lo importante es mantener claro que en ningún momento debes adaptarte a grupos que no coincidan con tus particularidades y que la formación que te den se debe adecuar a tus características individuales; con el fin de que puedas disfrutar plenamente de los beneficios del proceso.
Comenzar a estudiar un instrumento en la edad adulta también puede traer consigo muchas ventajas. A continuación, te cuento algunas de ellas:
- El deseo de aprender nace de una aspiración personal, generalmente llena de mucha ilusión. Es un sueño que los ha acompañado durante muchos años y finalmente se ha encontrado el tiempo de llevar a cabo este deseo, el cual desarrollan con muchísimo amor y compromiso.
- Conforme aumentan los años que pasamos en el mundo, más fácil es apreciar aquello que antes pasaba desapercibido, las experiencias se sienten más presentes con el tiempo y la conciencia más plena.
- Un adulto ha tenido toda una vida para conocerse a sí mismo, es consciente de sus fortalezas y debilidades y sabrá de buena forma como controlarse ante las dificultades que se pueden presentar en el camino.
- La edad adulta es la etapa de la sensatez, y trae consigo la sabiduría necesaria para emprender y experimentar nuevos deseos sin ataduras.
- La música hace parte de la vida de todos, desde incluso antes de nacer. Aunque un adulto no se haya dedicado en ningún momento a estudiarla lleva en su interior muchos años de música guardados en el oído y en el corazón; que finalmente van a poder salir y expresarse de la mejor manera posible.
- Las personas son una colección de historias, sentimientos y remembranzas que se verán reflejadas en la sensibilidad hacia la música que interpreten. Entre más años hayas vivido más recuerdos llevas contigo.
Todas las personas tienen la oportunidad de aprender y cada uno puede elegir cuáles son sus expectativas con el tiempo que va a invertir en una actividad, somos nosotros mismos quienes elegimos el camino que recorremos y debemos asumirlo con sus triunfos y fracasos, ya es que solo nuestro.
De todas maneras, su vida será más completa al involucrar el violín en ella, dicen que los recuerdos son más ricos y fáciles de localizar en la mente de las personas que practican música ya que tienen la habilidad de poner en ellos más detalles que los demás. Ya que recordar es vivir, unas remembranzas vivas y llenas de detalles, definitivamente harán mucho más enriquecedora tu existencia en el mundo.
Quien comienza a practicar el violín disfrutará de grandes momentos, que van a llenar su corazón de la misma forma que llenan a los mejores y más virtuosos violinistas; porque la felicidad que transmite la música va más allá del profesionalismo, la música es para todos y no hay nada más satisfactorio que ir tras un sueño que ha estado susurrando al oído durante mucho tiempo.
Solo se vive una vez, como para dejar de perseguir nuestros sueños y aspiraciones, hay que dejar atrás esa falsa creencia de ser incapaces ya que el límite solo existe en la mente y debemos tener la certeza de que cada acción nos dejara una gran enseñanza, no es posible predecir lo que sucederá al emprender un nuevo reto pero tenemos voluntad, deseo y confianza para creernos capaces de ir tras aquello que tanto deseamos sin temor.
Que no se te pase la vida imaginando como hubiera sido….